LA ESCUELA

La Escuela para el Desarrollo Integral -Sadhana- nace con el propósito de ofrecer nuevos espacios de desarrollo humano, espacios para el Desarrollo Integral.

Sadhana es una palabra sánscrita cuyo significado original es “práctica espiritual”. Este concepto tradicionalmente implica un camino de crecimiento, un propósito de amplitud y profundidad. Nosotros asumimos ese concepto y lo extendemos a un modelo de desarrollo holístico e integral.

La Escuela reúne a diferentes personas con un largo bagaje en el ámbito de la Terapia, el Mindfulness y la Meditación, especialmente en el contexto de la formación y de la educación. Un grupo de personas comprometidas con la expansión de la conciencia y el acompañamiento profundo de los procesos de transformación.

NUESTRO EQUIPO

NUESTROS VALORES

La Verdad, la Belleza y la Bondad

Nuestros valores profundos son los valores compartidos por el mismo «Corazón de la Humanidad»: la Verdad, la Belleza y la Bondad.

Desde aquí, para nosotros tienen especial relevancia algunas aspectos que pueden derivarse de esta motivación fundamental.

  • Coherencia: para nosotros todo trabajo de conciencia ha de consumarse en la “acción”; en las cosas que hacemos, en nuestra actitud ante la vida, en nuestros modelos de relación. Consideramos que nuestro desarrollo interior ha de reflejarse en lo exterior. Lo que somos, lo que sentimos, lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos, alineados en la misma dirección.
  • Libertad y responsabilidad: profundo cuidado por respetar el proceso de vida y de conciencia de cada ser humano. Profundo cuidado por respetarnos a nosotros mismos.
  • Equilibrio: para nosotros el equilibrio es el paso previo a la ecuanimidad. Equilibrio es seguir el “camino de en medio”, el arte saber compensar. En un camino de desarrollo es crucial poder compensar las facetas masculinas y femeninas de la conciencia, la sabiduría y la compasión, el rigor y la benevolencia, la firmeza y la flexibilidad.
  • Sencillez y naturalidad: adentrase en lo profundo no necesariamente implica excesiva seriedad o solemnidad. No precisamos de nada artificioso, ni hay nada que aparentar. Lo único que requerimos es ser nosotros mismos, con frescura y espontaneidad.
  • Humor, gozo, disfrute: para nosotros, estos son valores claves en la “aventura del despertar”.

Teniendo todo esto en cuenta, consideramos la Vida Integral como una invitación, como una posibilidad: la posibilidad de una vida en la conciencia y la coherencia, la invitación a una vida desde el Corazón.